Las flexiones son un ejercicio básico en cualquier entrenamiento ya que sin ningún equipo permite, de una manera muy efectiva, desarrollar sobre todo los músculos del pecho, hombro y tríceps, por ello, son fundamentales en cualquier rutina de calistenia. Pero no existe un único tipo de flexión. Dependiendo de qué grupo de músculos se prefiera entrenar más se realizarán variaciones en las de las flexiones comunes para que esto sea posible.
Pero como son tantas las variaciones que existen de las flexiones, aquí vamos a ver los tres tipos de flexiones más recurridas ideales para cualquier rutina de calistenia: comunes, abiertas y cerradas.
Flexiones comunes (push ups)
Cómo realizarlas: tumbado bocabajo con las puntas de los pies apoyadas en el suelo se colocan las manos, con los dedos mirando hacia adelante en paralelo a la altura del pecho y la distancia respecto al cuerpo debe ser la que marquen los hombros. Así, se debe bajar y subir lentamente a un ritmo constante mientras los codos siempre mirar hacia los pies y se mantienen despegados del cuerpo.
Las flexiones comunes son las que más se practican y las que más se recomiendan sobre todo a principiantes, ya que son las más equilibradas.
Flexiones abiertas (wide push ups)
Son una variación de las flexiones comunes en la que la distancia con respecto al cuerpo es más amplia, superando la distancia de los hombros.
Con las flexiones abiertas se trabaja más el pecho.
Flexiones cerradas (close push ups)
Suponen una variante de las flexiones
comunes más difícil en la que las manos se colocan a una distancia con respecto al cuerpo más corta, de hecho, deben estar cerca –de forma que las manos quedan bajo el pecho- y los codos se mantienen pegados al cuerpo.
comunes más difícil en la que las manos se colocan a una distancia con respecto al cuerpo más corta, de hecho, deben estar cerca –de forma que las manos quedan bajo el pecho- y los codos se mantienen pegados al cuerpo.
Con las flexiones cerradas se trabajan más los tríceps.
Es muy importante no descuidar nunca la postura. Guardar la forma es fundamental si queremos que el ejercicio sea efectivo de verdad y evitar las lesiones. Unos errores muy frecuentes que se comete con las flexiones es inclinar la cabeza hasta que ésta mira al abdomen mientras se realiza la flexión, o ayudarse de la pelvis subiendo y bajándola. Hay que recordar que el cuerpo debe estar alineado y recto, haciendo “peso muerto”.
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